⚡ Crisis silenciosa en el Barça: lo que el club esconde desde el Clásico ha sacudido a toda España
Es un secreto que nadie en el Barça quería que saliera a la luz. Desde la derrota por 1-2 ante el Real Madrid, una serie de hechos extraños han sacudido el vestuario catalán, hasta el punto de que algunos jugadores habrían solicitado una “pausa mediática total”. Lo que inicialmente era una simple tensión después de un Clásico perdido se habría transformado en una verdadera crisis interna, con conflictos que van mucho más allá del campo.

Según varias fuentes cercanas al club, todo empezó en el túnel del Santiago Bernabéu, cuando Dani Carvajal dirigió una frase burlona a Lamine Yamal, provocando una fría respuesta por parte del joven prodigio. Pero sólo después del partido la situación habría degenerado: se habrían escuchado gritos en el vestuario, e incluso un miembro del personal habría intentado separar a dos jugadores antes de que permitieran la entrada a las cámaras.

Los rumores más locos ya circulan en las redes sociales. Algunos afirman que Hansi Flick habría amenazado con “dejar a varios directivos en el banquillo” si no respetaban las instrucciones tácticas. Otros hablan de una “traición interna” de un jugador cercano a Deco, que supuestamente transmitió información confidencial a un periodista madrileño. Una hipótesis considerada improbable por el club, pero que está causando mucho ruido.

Al mismo tiempo, la relación entre el cuerpo técnico y la dirección deportiva estaría en su punto más bajo. Según los informes, Deco y Flick solo han intercambiado unas pocas palabras desde la semana pasada y se dice que tuvo lugar una reunión de emergencia en la Ciutat Esportiva para intentar aliviar las tensiones. Algunos testigos incluso cuentan que el presidente Laporta, furioso por el giro de los acontecimientos, alzó la voz en plena reunión, acusando a su entrenador de “perder el control del vestuario”.
En todo este caos, los jóvenes del club, incluidos Lamine Yamal y Fermín López, intentan mantener el rumbo. Pero según una fuente interna, el ambiente “nunca había estado tan tenso desde la era Koeman”. El club niega cualquier crisis, por supuesto, pero las caras cerradas al final del entrenamiento lo dicen todo.
Los seguidores están divididos. Algunos defienden a Flick y exigen tiempo para reconstruirse, otros creen que es necesario un cambio radical desde el invierno. Una cosa es segura: el próximo Clásico en el Camp Nou podría convertirse en mucho más que un simple partido: una cuestión de honor, ego y supervivencia.
Fuente: recopilación de varios medios españoles y catalanes