En una noche que quedará grabada en la historia de la WWE para siempre, el Jefe Tribal Indiscutible Roman Reigns se paró en el centro del ring el 10 de noviembre de 2025, durante un Monday Night Raw repleto, y entregó el anuncio que nadie vio venir: se retira de la competencia dentro del ring.
La arena quedó en un silencio atónito cuando el Jefe de la Mesa, con la voz entrecortada por la emoción, confirmó que su legendaria carrera dentro del cuadrilátero está llegando a su fin antes de lo que nadie esperaba.
Los fanáticos de todo el mundo estallaron de incredulidad en las redes sociales, y #ThankYouRoman se convirtió en tendencia mundial en cuestión de minutos. El hombre que ha dominado la WWE durante más de una década, el Campeón Universal con el reinado más largo de todos los tiempos, el arquitecto de la saga The Bloodline, Joe Anoa’i, más conocido como Roman Reigns, cuelga las botas.
El momento llegó después de un intenso segmento promocional donde Reigns reflexionó sobre su viaje desde sobreviviente de leucemia hasta la fuerza más poderosa del entretenimiento deportivo.
Habló sobre el precio que la empresa ha cobrado en su cuerpo, su familia y su salud, y reveló que después de años de cargar con la empresa a sus espaldas, es hora de alejarse mientras aún pueda hacerlo en sus propios términos.
Las lágrimas corrieron por los rostros de miles de asistentes cuando Reigns reconoció a Paul Heyman, The Usos, Solo Sikoa e incluso a sus primos The Rock y Rikishi a través de mensajes de video reproducidos en TitanTron.
La voz del Jefe Tribal se quebró cuando dijo: “Le he dado todo a esta compañía, a esta familia, a usted, el Universo WWE. He sido su campeón, su Jefe, su impulsor durante demasiado tiempo.

Pero todo imperio tiene su fin, y el mío está por llegar.” La multitud coreó “¡No!” al unísono, negándose a aceptar la realidad que se desarrollaba ante ellos.
Lo que hizo que el anuncio fuera aún más desgarrador fue la revelación de Reigns de que había estado contemplando esto durante meses, especialmente después de recuperar Ula Fala a principios de este año y finalmente poner fin a la guerra civil de Bloodline.
Admitió que sus batallas contra la leucemia, el agotador horario de medio tiempo que todavía exigía perfección y el deseo de ver crecer a sus hijos sin un dolor constante lo empujaron a tomar esta decisión.
Roman agradeció a Triple H, Nick Khan y toda la gerencia de la WWE por permitirle reescribir la historia como El Jefe Tribal, un personaje que lo transformó de una figura polarizadora al mejor luchador de su generación.
Cuando las luces de la arena se atenuaron levemente, Reigns se arrodilló en el ring, un raro signo de vulnerabilidad de la usualmente estoica superestrella, y colocó la Ula Fala en la lona, ​​simbolizando el fin de una era.
Susurró: “Reconóceme… una última vez”, y toda la multitud se puso de pie en una atronadora ovación que duró más de diez minutos, y muchos fanáticos lloraron abiertamente.
La seguridad tuvo que escoltar a las superestrellas emocionales desde detrás del escenario que corrieron al ring, incluido Sami Zayn, a quien se vio abrazando a Heyman entre lágrimas.
Pero fue lo que dijo Roman Reigns justo antes de salir del ring lo que realmente cambió la WWE para siempre y conmocionó a la industria.

Con lágrimas en los ojos, el Jefe Tribal agarró el micrófono por última vez y declaró: “Esto no es un adiós a la WWE. Es un adiós al dolor, a los obstáculos, al camino.
Pero nunca dejaré esta empresa. A partir de ahora, pelearé de una manera diferente: detrás de escena, en Hollywood, como embajador, tal vez incluso algún día como The Wiseman.
La historia de Bloodline no termina… evoluciona. Y a la próxima generación: la mesa siempre estará aquí. Protégelo.”
En esa declaración explosiva, Reigns insinuó un papel no relacionado con la lucha libre en la WWE después de su retiro, potencialmente como productor, ejecutivo o incluso tomando el lugar de Paul Heyman como gerente de la próxima gran estrella.
Fuentes cercanas a la situación confirman que Reigns ha estado en profundas negociaciones con TKO y WWE sobre un acuerdo de embajador vitalicio similar al puesto de The Rock en la junta directiva, asegurando que la familia Anoa’i siga siendo la columna vertebral de la WWE en las próximas décadas.
También adelantó importantes proyectos de Hollywood en preparación, incluidos papeles protagónicos que podrían catapultarlo al estrellato al nivel de Dwayne Johnson.
El mundo de la lucha libre está de luto esta noche, pero también celebra la mayor racha de tacones de la historia moderna. Roman Reigns no sólo se retiró: abdicó del trono que construyó, dejando un vacío que nadie puede llenar.
Desde sus días en Shield hasta convertirse en Campeón Indiscutido durante 1,316 días, desde sobrevivir al cáncer dos veces hasta encabezar múltiples WrestleManias, Reigns se marcha como la superestrella más exitosa de su era.

Cody Rhodes, Seth Rollins, CM Punk y John Cena rindieron homenaje en las redes sociales inmediatamente después, y Cena escribió: “El verdadero Jefe Final acaba de hablar. Respeto siempre, Jefe”.
Incluso The Rock publicó un video conmovedor que decía: “Orgulloso de ti, primo. El legado familiar continúa, pero esta noche, el mundo reconoce al jefe tribal más grande que jamás hayamos tenido”.
Cuando Raw salió del aire con Reigns erguido por última vez, levantando su dedo hacia el cielo mientras la multitud cantaba “Gracias Roman”, quedó claro que esto no era sólo un retiro.
Fue el final de la era Bloodline tal como la conocemos y el comienzo del legado inmortal de Roman Reigns en la WWE.
Los fanáticos salieron de la arena llorando y muchos dijeron que sentían como si hubieran perdido a un miembro de la familia. Los puestos de mercancía se agotaron en cuestión de minutos.
Según se informa, las acciones de la WWE aumentaron en las operaciones fuera de horario tras la noticia del compromiso de por vida de Reigns, lo que demuestra que incluso estando retirado, el Jefe Tribal mueve la aguja.
Queda por ver qué sigue para WWE sin Roman Reigns en el ring, pero una cosa es segura: la lucha libre profesional nunca volverá a ser la misma.
El Jefe de la Mesa ha hablado por última vez como competidor activo, y sus palabras resonarán en los pasillos de la inmortalidad de la WWE para siempre.
Gracias, Roman Reigns. El Universo WWE te reconoce, ahora y siempre.