Jimmy Uso hizo un regreso dramático, desatando furia sobre Drew McIntyre. El guerrero escocés había sido acusado de un brutal asalto tras bastidores contra Jacob Fatu la semana anterior, provocando un caos generalizado en el Universo WWE. Los fanáticos quedaron entusiasmados cuando las tensiones estallaron en múltiples peleas.

El Campeón Indiscutible de la WWE Cody Rhodes inició el programa, abordando el misterioso ataque a Fatu. Expresó su frustración por el incidente que descarriló un partido programado. McIntyre interrumpió entre la multitud, negando cualquier participación y acusando audazmente a Jimmy Uso de orquestar el asalto para proteger los lazos familiares dentro de The Bloodline.
A medida que las palabras se intensificaban, Jimmy Uso surgió inesperadamente y lanzó un ataque sorpresa contra McIntyre. Lanzó al ex campeón por encima de la mesa de comentaristas y siguió con un atrevido Suicide Dive. La seguridad invadió la escena, separando a las superestrellas en medio de vítores de la multitud de Tempe, Arizona, en el Mullett Arena.
Entre bastidores, McIntyre se enfrentó al Gerente General de SmackDown, Nick Aldis, exigiendo justicia y proclamando su inocencia. Sin embargo, Jimmy Uso volvió a atacar, emboscando a McIntyre en una pelea salvaje. Los funcionarios lucharon por contener el caos, destacando la rivalidad profundamente arraigada que se estaba gestando entre los dos.
Aldis, harto del desorden, reservó una Lucha Sin Descalificación inmediata entre Uso y McIntyre. Esta decisión amplificó la intensidad de la noche, prometiendo violencia desenfrenada y sin reglas. El Universo WWE anticipó un enfrentamiento brutal que podría ajustar cuentas de una vez por todas.

El combate estalló incluso antes de que sonara la campana, con ambos hombres intercambiando golpes implacablemente. McIntyre ganó impulso temprano, golpeando la cabeza de Uso contra el delantal y castigando a los henificadores. La pelea se extendió al público, convirtiendo la arena en un campo de batalla de caos.
Uso se defendió ferozmente, ejecutando un suplex en el suelo de cemento. Recuperó una mesa de debajo del ring, preparando el escenario para una destrucción de alto impacto. McIntyre respondió rastrillando los ojos de Uso y arrojándolo contra barricadas, mostrando su agresión despiadada.
Las sillas entraron en la refriega mientras McIntyre desataba ataques, mientras insistía en que no atacó a Fatu. Uso respondió con golpes y su característico Uso In The Wind, luego golpeó a McIntyre con golpes de silla. La multitud rugió cuando Uso colocó la mesa en un lugar dramático.
McIntyre revirtió un intento de Samoan Drop en un DDT, cambiando el impulso. Uso se recuperó y lanzó el Samoan Drop a través de la mesa para casi caer. La intensidad alcanzó su punto máximo cuando ambas superestrellas superaron sus límites en este encuentro sin límites.
En un momento crucial, McIntyre arrojó una silla a la cara de Uso durante un intento de Uso Splash. Aprovechó su devastadora Claymore Kick, asegurando la victoria. La reñida victoria dejó a McIntyre en pie, pero el drama estaba lejos de terminar.
Después del combate, la ira de McIntyre continuó mientras estrangulaba a Uso con una silla alrededor de su cuello. El asalto atrajo a Cody Rhodes de regreso al ring, quien intervino con fuerza y ​​arrojó a McIntyre afuera. Sin embargo, McIntyre tomó represalias con un Claymore sorpresa sobre Rhodes.
Esta escena final dejó atónitos a los fanáticos, con McIntyre posando triunfalmente mientras terminaba SmackDown. Los ataques subrayaron la vendetta personal y alimentaron especulaciones sobre futuros enfrentamientos. Según los informes, los funcionarios de la WWE están monitoreando de cerca la situación en medio de preocupaciones de seguridad.

Las redes sociales explotaron con reacciones tras el episodio. Los fanáticos elogiaron el apasionado regreso de Uso y el dominio del talón de McIntyre. Un usuario de X señaló: “Drew McIntyre es inocente, Jimmy lo acusó sin pruebas”, lo que refleja opiniones divididas sobre el culpable del ataque de Fatu.
Otra publicación destacó la advertencia que McIntyre envió a Uso y Rhodes, intensificando la narrativa. “Drew McIntyre envía advertencia a Jimmy Uso y Cody Rhodes después del ataque de SmackDown”, compartido por varias cuentas, amplificó el rumor en todas las plataformas.
Jacob Fatu, marginado por el asalto inicial, supuestamente envió un emotivo mensaje a Uso, apreciando la defensa. Esta dinámica familiar añade capas a la saga The Bloodline, que ha cautivado a la WWE durante años. El cronograma de recuperación de Fatu sigue siendo incierto.
Mientras WWE se acerca al evento principal del sábado por la noche el 1 de noviembre de 2025, McIntyre desafía a Rhodes por el Campeonato Indiscutible de la WWE. El caos reciente podría influir en la pelea, con una posible interferencia de Uso u otros miembros de Bloodline.
Los analistas predicen que esta disputa podría extenderse más allá del evento, posiblemente conduciendo a una lucha de varios hombres en Survivor Series. Las repetidas negaciones de McIntyre y las agresivas tácticas de venganza de Uso sugieren misterios sin resolver que rodean al atacante de Fatu.
Los expertos de la WWE insinúan más revelaciones en los próximos episodios. Con SmackDown acercándose el 31 de octubre de 2025, los fanáticos esperan ansiosamente actualizaciones sobre esta explosiva historia. El caos ha revitalizado el interés por la programación de la marca azul.
En última instancia, este episodio ejemplificó la combinación de atletismo y drama de la WWE. Los enormes intentos de venganza de Jimmy Uso, contrarrestados por los ataques masivos de McIntyre, han preparado el escenario para futuras batallas épicas. El Universo WWE sigue al límite, hambriento por el próximo capítulo.