Antes del feroz enfrentamiento entre el Chelsea y el Barcelona, Marc Cucurella desató la polémica al hacer una serie de impactantes declaraciones sobre el equipo catalán. El defensa español dijo: “Si el Barça ni siquiera puede ganarle al Real Madrid, ¿cómo espera ganarle al Chelsea?”. Sin detenerse ahí, continuó provocando polémica al afirmar que marcar a Lamine Yamal “es mucho más fácil que dirigir a mi novia”. La declaración fue inmediatamente considerada irrespetuosa, insultante y falta de tacto, causando indignación en la comunidad culé.

El incidente se extendió rápidamente. Muchos expertos del fútbol en España e Inglaterra condenaron a Cucurella por su innecesaria arrogancia, especialmente cuando el partido estaba a punto de comenzar. Se dijo que el Barça estaba “claramente molesto”, mientras que Lamine Yamal, a pesar de su corta edad, seguía sintiéndose ofendido por la comparación personal del defensa del Chelsea. Fuentes del Barcelona afirmaron que el equipo lo interpretó como un ataque psicológico deliberadamente creado por el rival para causar confusión mental.

En medio de la polémica, Marcus Rashford, el fichaje estrella del Barça este verano, habló inesperadamente en nombre del equipo. Siendo el primer jugador importante del Barça en responder al incidente, Rashford publicó un comunicado de diez palabras, pero lo suficientemente contundente como para revertir la situación de inmediato. Su mensaje decía:

👉 “El respeto es la base de cada partido, no lo olvidéis”.

Con solo diez palabras, el mensaje de Rashford se interpretó como una respuesta civilizada pero fría, dirigida directamente a la actitud poco profesional de Cucurella. Tras esta declaración, el defensa del Chelsea guardó silencio de inmediato, no continuó provocando ni dando más respuestas, lo que demostró que comprendía que la situación se estaba descontrolando.
En vísperas del gran partido, el incidente, sin quererlo, agravó la tensión entre ambos equipos. El Barcelona, impulsado por la afirmación de Rashford, está decidido a responder al Chelsea con su rendimiento en el campo. Mientras tanto, el Chelsea sabe claramente que cualquier error en este momento puede convertirse en un “incendio” que les provoque un fuerte contraataque.
El partido, ya de por sí intenso por la técnica, se calienta aún más por el factor honor. Todas las miradas estarán puestas en Stamford Bridge para ver si el Barça convierte las palabras de Cucurella en “el palo que se golpea la espalda”, o si el Chelsea demuestra que su confianza está bien fundada. Solo cuando el balón ruede se decidirá esta batalla.